martes, 9 de octubre de 2012

NOTICIAS SOBRE LOS PIERCING


LA NIÑA DEL PIERCING




“Me gustó que le pusieran eso”, dijo la joven de 17 años madre de la pequeña.


En san Juan de Miraflores una pequeña de tres años fue sometida a la colocación de un piercing en la ceja en un local que ni tenia licencia.

El fuerte llanto de su hija de 3 años no logro conmover a la desnaturalizada madre que hasta se reía cuando la pequeña era sometida a la colocación de un ‘piercing’, la joven peruana no tenia conocimiento de lo grave de la situación a la que se estaba sometiendo desde el momento en el que obligó a su hija menor de edad a la colocación de este objeto.

A pesar de todo ello, Elvira Chávez Santa Cruz (madre de la menor abusada), que obligó a su hija a ir al lugar, no le pareció mal lo ocurrido y hasta dijo que a la menor “le gusta”.
El local de perforaciones fue clausurado ya que las escenas insólitas fueron difundidas en los medios de comunicación, obligando a las leyes que protegen los menores de edad y a la policía a actuar de inmediato. Ahora la joven y el dueño del local se enfrentan a un proceso judicial.
Sergio Rodriguez



PIERCING, ANGLICISMO INNECESARIO



La palabra «arete» («areta», entre nosotros, aunque no aprobada), según el Diccionario significa «Arillo de metal, casi siempre precioso, que como adorno llevan algunas mujeres atravesado en el lóbulo de cada una de las orejas». Definición obsoleta, pues el uso de tal elemento ya no está restringido al sexo femenino.
De pronto apareció una moda de ponerse arillos o pasadores en otras partes del cuerpo, mejor dicho, en casi todas donde la imaginación del usuario pueda llegar. La moda importó el anglicismo «piercing». Consulté a un comerciante del renglón y me dijo que se trataba de una perforación del cuerpo (como su procedencia inglesa lo dice) y dio en llamar joya al dispositivo que se pone en ella.
Al preguntarle si los clientes llegaban diciendo «Hágame un piercing» o «Póngame un piercing», exclamó:
—Ah, pues claro, los clientes le dicen piercing a la joya.
El Diccionario panhispánico de dudas, Depedé, propone la palabra «pirsin» y la define como una perforación corporal excepto en el lóbulo de la oreja. Propone además perforación y perforado.
La primera parte de la propuesta falla al discriminar el lóbulo de la oreja, de la definición de «pirsin». El lóbulo también es una parte corporal perforada. Falla así mismo la etimología, pues no hay razón de la presencia de la ese cuando la palabra inglesa de donde procede lleva una ce. Si no necesitamos en el pasado un anglicismo para perforar las orejas de nuestras hijas ni las narices de indígenas americanos y africanos, ¿por qué habríamos de necesitarlo hoy en día para perforar el ombligo u otra parte del cuerpo. El dispositivo que se ponga puede seguir llamándose arete, así sea un arillo o un pasador.
Cinco años después de la aparición del Depedé, esa propuesta no ha sido llevada, afortunadamente, al avance de la XXIII edición del Diccionario. No todo lo que aparece en el Depedé es norma académica.






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