Existen dos formas de hacer una perforación:
1- La casera: la cual no tiene ninguna especie de higiene ni cuidado, con la cual se pueden contraer muchas infecciones.
Esta es una practica que no esta recomendada para ninguna persona que se desee hacer una perforación ya que es muy riesgosa, cabe recordar que nuestro cuerpo consta de muchas bacterias por lo tanto al no tener cuidado en el objeto que perfore nuestro cuerpo esto podría traer consecuencias devastadora hasta tal punto del operación y mutilación de la zona afectada.
2- Perforaciones realizadas por personal capacitado: estos son procedimientos que cuentan con normas de higiene y cuidados para evitar infecciones.
Para
colocar el perforado, primero se marca con un bolígrafo especial, el lugar a
perforar, luego se pasa a perforar con la aguja. Según el lugar, el proceso
puede variar. En algunos centros, usan algún tipo de anestesia local durante el
proceso, que puede ser desde hielo, hasta pulverizaciones de líquidos, como la benzocaína, aunque estas anestesias son,
a veces, completamente inútiles, pues en caso de una mala realización la
anestesia que estos ofrecen actúa a nivel cutáneo y el cliente seguirá
sintiendo dolor. Suele hacerse con aquellas partes del cuerpo en la que se
registra más sensibilidad, como labios o lengua. Es peligroso tomarse una
aspirina o cualquier otro analgésico previo a la perforación, ya que todos
suelen afectar a la coagulación de la sangre, por lo que el agujero tardará
bastante más en curar. Generalmente, hacerse un perforado no duele de forma
excesiva o insoportable, es además un sólo momento de dolor.
La perforación consiste en la implantación,
generalmente decorativa o ritual, de un pendiente en diferentes partes
del cuerpo. Para su realización se lleva a cabo una pequeña perforación
con una aguja especial (llamada cánula o catéter) en la zona
deseada de la anatomía. Luego, se procede a introducir el pendiente en la
cavidad efectuada con dicha aguja.
En el momento de
realizarse un perforado, los clientes suelen tener en cuenta el material, ya
que siempre debe estar esterilizado, para prevenir infecciones. Las joyas
que se van a implantar, deben ser de titanio, acero quirúrgico u oro de 14
o 18 quilates En la primera implantación, sólo se pone titanio,
porque es antibacteriano. En los posteriores cambios de perforado ya es posible
ponerse cualquier otro tipo de metal. Éstos han de estar esterilizados y
guardados en bolsas o recipientes estériles hasta su uso, y ser aptos para su
uso como perforados.
Quien hace la
perforación lo debe hacer con guantes de tipo quirúrgico, nuevos y no debe
tocar nada que no sea material esterilizado previamente, de igual forma, no
debe fumar dentro del estudio de perforación. A sí mismo, la piel
debe estar limpia y desinfectada antes de perforarse.
También hay que tener
en cuenta que si se ha tenido infecciones producto de la colocación
del perforado anteriormente, es probable que vuelvan a ocurrir la próxima vez.
DURACIÓN DE LA CICATRIZACIÓN
Después de estar realizado el perforado, la persona no debe exponerse a baños prolongados de piscina o bañeras de hidro-masaje, durante los dos primeros meses. Exponerse al sol, también es perjudicial, ya que los rayos ultravioletas no son beneficiosos para la desinfección de la piel perforada y no favorecen a la cicatrización.
Los aros, deben limpiarse bien durante el periodo de curación y con las manos lavadas con jabón neutro antes de tocarlo. Dependiendo del lugar de ubicación del perforado, tarda entre cuatro y ocho semanas el proceso de curación.
TIEMPO DE CICATRIZACIÓN
- Cartílago de la oreja, de 8 meses a 1 año.
- Lóbulo, de 4 a 6 semanas.
- Ceja, de 5 a 9 semanas. El entrecejo suele tardar más en cicatrizar que los laterales de la ceja.
- Fosas nasales, de 6 a 8 semanas. El septum suele tardar menos y el puente nasal suele tardar algo más que el cartílago.
- Ombligo y Barriga, de 3 meses a 1 año o hasta 1 año y medio (varía de persona a persona).
- Labios y alrededor, de 4 a 6 semanas, rara vez hasta 3 meses.
- Lengua y Frenillo lingual, de 1 a 2 meses.
- Genitales femeninos, de 2 a 3 semanas.
- Genitales masculinos, de 2 a 6 meses.
- Frenillos bucales (labio superior e inferior), a partir de un mes, aunque suelen tardar menos.
- Tragus, de 10 a 12 semanas.
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